En la problemática de la conservación de los productos de madera antiguos, objetos y estructuras, que necesariamente
requiere un conocimiento previo de las características de las maderas usadas (lo que asimismo implica el estudio de la degradación y las causas que la producen, y que concluye con las intervenciones, activas y pasivas de conservación). La degradación por causas bióticas -insectos xilofagos, hongos y bacterias- ocupa una posición de gran relevancia. En el ámbito disciplinario de la entomología, los estudios sobre los insectos xilofagos están suficientemente desarrollados en lo que concierne a sus costumbres, su hábitat y las características de los daños que producen, etc. También podemos considerar que están avanzados los estudios sobre la eficacia de los medios químicos para combatir y, en parte, prevenir sus infestaciones. Esto es válido también para los hongos, mientras que para las bacterias, que toda. parecen constituir una causa menor, aún estamos en los comienzos.
Estos conocimientos, aunque adecuados para programar medidas tendentes a asegurar la conservación de objetos a rústicos o de interés arqueológico, casi siempre de limitadas dimensiones, han resultado inadecuados -o. al menos. insuficientes- para afrontar conservación de conjuntos estructurales de madera, especialmente cuando se trata de grandes obras, en las cuales la complejidad de las urdimbres, la variedad de especies lignarias usadas, la variabilidad de situaciones puntuales en el mismo ambiente, la decoración de la superficie y finalmente las dimensiones, a veces muy importantes, no permiten el uso exclusivo de metodologías de lucha y prevención, pensadas para aplicación. tópicas.