Por definición la restauración de un bien es toda acción pensada y documentada sobre una obra que ha perdido parte de su estructura y lectura como bien mueble u obra, es una actividad científica e histórica que pretende entregar y preservar una mirada al futuro de la obra en todo su contexto y originalidad. Por ende, esta disciplina tiene unos límites rigurosos que la regulan.
La intención es restaurar lo perdido para poder preservar para el futuro las características de la obra, evitando que pierda los aspectos con los que fue concebida originalmente.
Se refiere a los usos y costumbres que determinados grupos humanos tienen como preferencia en un tiempo o época acotado
Cada época se manifiestan ciertas tendencias denominadas modas
Las modas, en rigor una moda es un contexto histórico de una época, efímera, pero no deja de tener un arraigo sociocultural. La moda del Vintage, o la pintura envejecida para muebles. Es una moda, se explica como una tendencia de gustos en el tiempo. Pero el pintar un mueble estilo Vintage no es una restauración y dependiendo de bien, puede llegar a ser una destrucción del mismo, a esto se le llama afectación. Las afectaciones podemos llegar a agruparlas en 4 tipos son: físicas, químicas, biológicas y socioculturales. Peligrosas son todas, pero la intervención inadecuada de un bien patrimonial es inexcusable.
Debemos por lo tanto tener especial cuidado a quien entregamos nuestros bienes, sean patrimoniales, históricos o sentimentales, puesto que una mala operatividad de restauración, o solo entregar nueva usabilidad al bien, puede de manera irreversible conducir a un deterioro de la misma. Uno de los puntos importantes a tener en cuenta es, queremos darle nueva vida o uso a nuestro articulo o restaurarla, son dos actividades muy diferentes.
La reversibilidad como dogma
Esta es una parte importantísima de nuestras labores, toda acción de restauración o conservación debe ser reversible, no hay más, si en un futuro se encuentra un producto de mayor calidad o cualidades para intervenir la obra, debemos poder extraer la intervención ejecutada en nuestra obra sin perjuicio o afectación a la misma.
Coger un martillo y clavar una pata de una mesa o mueble, no es restaurar, es afectar el mueble, todo objeto ajeno a la planificación y ejecución de la obra es una afectación de la misma. Por ende, quien lo ejecuta no es un restaurador.
Tiempos
Si necesita su obra para mañana, no lo lleve a un restaurador, quizás a un carpintero, a un pintor o un ceramista, sin menospreciar estas labores, pero la restauración es una actividad de investigación y la planificación de cualquier actividad de conservación, protección, mantenimiento o restauración, es muy bien pensada y evaluada.
Que daño nos ha hecho el mercado en estas labores, todo rápido e inmediato, tengamos presente que las labores de restauración son labores artísticas, como todo arte se precisa de tiempo para su ejecución.
¿Es la culpa del clavo?
¿Es culpable el clavo?, cuanto dolor existe en descubrir en un mueble la inclusión de múltiples elementos ajenos a la obra original, ¿qué me mueve?, al intentar determinar el mensaje original de autor después de la destrucción de su obra por estos elementos. No la culpa no es del clavo, el culpable es la ignorancia de no tener más argumentos para obtener los resultados esperados. Un clavo genera la destrucción de la lectura, de la hermosura de un ensamble, la finesa de un acople. Mi intención es devolver la grandiosidad de un trabajo bien hecho.
Jorge Williams A.